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Los antioxidantes se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza. Sabemos que las frutas, los vegetales, los aceites, las semillas (de girasol), los frutos secos (nueces y almendras) y las legumbres son alimentos que nos aseguran su aporte. Sin embargo, dentro de este grupo hay fuentes que se destacan por su alta capacidad antioxidante y los beneficios que confieren para la salud. Este es el caso del arándano, un pequeño fruto que concentra propiedades sorprendentes.

El contenido de polifenoles le otorga su cualidad antioxidante y, recientemente, se descubrió que uno en particular, llamado proantocianidina, ejerce un efecto distinto: ayuda a inhibir la acción de las fimbrias, unas vellosidades de las que se valen bacterias (como la Escherichia coli) para adherirse y colonizar tejidos en el interior del cuerpo humano. Esta bacteria se adhiere a las paredes de la vejiga y es la responsable de “aproximadamente el 80% de las infecciones urinarias en las mujeres”, aseguró el doctor Amado Bechara, jefe de Urología del Hospital Durand de Buenos Aires y profesor en la UBA.

El urólogo tucumano Gustavo Salazar apoyó los conceptos de Bechara y aseguró que este componente convierte al arándano “en un aliado eficaz y natural para prevenir infecciones urinarias y colaborar en el tratamiento de las mujeres que sufren este problema en forma repetida”. La afección se ve favorecida por las características anatómicas de la mujer: la vecindad entre la mucosa vaginal y la vejiga hace que las cistitis y otras infecciones del tracto urogenital se vuelvan mucho más frecuentes en ellas que en los varones.

Más beneficios de los arándanos

La misma propiedad inhibidora del desarrollo de bacterias ha sido comprobada también en diversos tramos del aparato digestivo. Así parece ser, por ejemplo, con las infecciones por Helicobacter pylori en la mucosa gástrica, factor de riesgo para gastritis, úlceras gastroduodenales y otras enfermedades del tracto digestivo.

Cómo consumirlo y porción recomendada

La incorporación de los nutrientes del arándano puede darse con la ingesta diaria de unos 20 arándanos, a través de su jugo, o mediante nutracéuticos (suplementos dietarios) que aseguren la integridad y la biodisponibilidad de todos los componentes. En este sentido, es el proceso de liofilización (mediante la deshidratación y la compactación en frío del extracto natural del fruto) el que asegura que las propiedades del arándano se mantengan inalteradas.

El arándano parece reducir la duración de las infecciones urinarias, ayudando a aliviar los síntomas que la acompañan como dolor y picazón. Además de reducir la cantidad de infecciones, su consumo aliviaría la necesidad de usar antibióticos, lo que afectaría positivamente al gran problema de la resistencia microbiana que tanto preocupa a la salud pública. El efecto protector del arándano reduce la necesidad de usar antibióticos como profilaxis.

Además, se recomienda beber abundante agua, ya que demora la reproducción de la Escherichia coli e incorporar vitamina C a través de la alimentación. Su presencia hace más ácida la orina y esto es un obstáculo más para las bacterias.

Lic. Nadia Manuale