Ordernar y planificar nuestras comidas diarias siempre es esencial y conveniente, nos permite llevar una alimentación equilibrada al evitar desarreglos y comidas muy excesivas. Así también lo es cuando queremos iniciar una actividad física y necesitamos llegar al momento de entrenamiento lo mejor preparados, en términos energéticos como nutricionales.
En general, una combinación de proteínas (por ejemplo, lácteos, carne, pescado, huevo y legumbres) con hidratos de carbono (almidones y fibra principalmente) siempre es una buena opción o a veces dependiendo del tipo de entrenamiento con solo 1 fruta como la banana ya estamos reponiendo 24 gramos de hidratos de carbono y no es necesario agregar ningún alimento más.
Veamos algunas ideas de comidas útiles tanto para el pre o como el post entrenamiento:
Tostado con queso fresco light + jamón cocido natural o lomito de cerdo.
Un yogur con cereales y una fruta.
Una tostada de pan integral con mantequilla de maní.
Tortilla de avena.
Un licuado de banana y leche.
Almuerzo o cena con proteínas, verduras e hidratos de carbono:
Pastas con tofu, espinaca y berenjena.
Cazuela de lentejas, arroz yamaní, zucchini y morrón.
Filet de pescado con wok de brócoli y cherry. Papas al natural.
Omelette de jamón cocido natural o arvejas con ensalada de remolacha, arroz y cherry.